Por Ada Santoyo
Soy de la idea de que todos tenemos una doble vida, y no me refiero a que nos falte sinceridad, no me malinterpretes por favor. Me refiero a que todos tenemos una parte de nuestras vidas, que preferimos mantener en privado, y queremos ejercer ese derecho a nuestra privacidad. Incluso las redes sociales respetan ese derecho, por ejemplo: Facebook te permite decidir quien puede ver tus publicaciones, te da la opción de crear un segundo perfil privado, para tus personas de confianza; Instagram también te permite decidir quien puede ver tus publicaciones. ¿Por qué lo hacen? Precisamente porque respetan tu derecho a la privacidad, a decidir que partes de ti y de tu vida deseas compartir y permitir que los demás conozcan. Esas partes de tu vida, son aquellas en las cuales tú permites que los demás se involucren.
También tenemos una parte de nuestra vida que preferimos mantener en privado, y eso no implica que se trate de algo ilícito, por ejemplo: la persona que te gusta, ciertos gustos o preferencias personales (la gente tiende a criticar a las mujeres mayores que gustamos del K-pop), alguna condición de salud, tus finanzas personales, e incluso tu edad. Lo hacemos, por un lado, porque tememos al rechazo o la crítica, y, por otro lado, porque algunas de estas cosas, deseamos disfrutarlas en privado o compartirlo con muy pocas personas. Algunos son momentos que atesoramos, y como todo tesoro, deseamos mantenerlo “en secreto”. También lo hacemos, en ocasiones, por proteger a quienes nos rodean.
Un ejemplo claro, somos los escritores, algunos usamos un pseudónimo en nuestras obras. Así protegemos nuestra identidad, nos protegemos de las críticas o de ser denigrados/rechazados por los estereotipos. Así nuestra verdadera identidad se mantiene en privado, o al menos así era hasta hace un tiempo. Un ejemplo es J. K. Rowling (autora de Harry Potter), a quien le recomendaron no usar su nombre completo para publicar sus libros, pues los libros escritos por mujeres “no tienen éxito, no se venden”. La mayoría de los artistas, también usan un pseudónimo o “nombre artístico”, de esta manera protegen su vida privada.
Hablando del K-pop, hace poco disfruté el K-drama ”Su vida privada“, en él describen los “tipos” de fans, desde los que solo siguen al artista a distancia, hasta aquellos que se dedican exageradamente a su artista favorito (stans), pasando por quienes invierten cierta parte de su vida e ingresos en apoyarlos. Y culminando con quienes, llegan a obsesionarse de tal manera que invaden la privacidad del artista o incluso los perjudican, si con ello se “sienten beneficiados” a nivel personal, entendiéndose por beneficio, que creen que "su" artista debe ser "recíproco" con esa obsesión, al punto que el artista no tenga relaciones posibles con el sexo opuesto o realice cierta actividad. Cuando estos acosadores se sienten decepcionados, se unen a los “haters” y en ocasiones se convierten en ”sa-saeng” cuyo único objetivo es invadir la privacidad del artista y causarle daños, mentales o físicos.
Este drama también expuso la situación tan complicada que viven quienes se relacionan con los K-idols o artistas famosos, pues incluso sus familiares o amigos suelen ser acosados por los supuestos “fans”, y en caso de sospechar de una “relación personal con el sexo opuesto” llegan incluso a la agresión o al desprestigio de la persona objeto de esa relación. Tal es el caso del actor Seung-gi, quien al anunciar su matrimonio, requirió defender a su pareja, de las agresiones verbales de su propio fandom, que estaba en desacuerdo con la decisión de su idol. Otro ejemplo de invasión a la privacidad y el alcance que puede tener, lo vimos recientemente con Suga de BTS, un hecho que tomó proporciones absurdas y pudo afectar emocionalmente al artista, además del perjuicio económico desproporcionado.
Ser K-idol o artista famoso en Corea, es bastante más complicado que en otros países, pues se les pide “perfección”, ellos deben ser personalidades aspiracionales, además de talentosos. Sus estereotipos de belleza son casi utópicos, los horarios de ensayos y trabajo son agotadores, y a esto se debe sumar la restricción para tener relaciones personales. Esto en pro de seguir siendo aspiracionales, y es que muchas fans se visualizan como pareja de su idol preferido; si ellos llegan a hacer pública una relación se corre el riesgo de dejar de ser aspiracional y, por lo tanto, perderían popularidad, lo cual pondría en riesgo su carrera artística.
Me llamó la atención una declaración de Cha Eun-woo, con lágrimas él mencionó que añoraba tener pareja, alguien que le escuche y consuele cuando se siente agotado, alguien que le espere cuando regresa de sus giras, alguien con quien disfrutar y celebrar cuando está feliz, alguien con quien compartir alegrías y tristezas. Sin embargo, sabe que tiene prohibido amar, enamorarse sería un lujo que no se puede permitir. Esas palabras me parecieron dolorosas, es increíble que el fandom que dice amar a su idol, le impida a ese mismo idol amar y ser amado por alguien que cumpla sus expectativas personales. Es impactante que sean artistas sin vida privada, para hacer felices a sus seguidores.
Si alguien te dijera que para ser fan, debes renunciar a tener vida privada y permitir la intromisión de extraños en los aspectos más íntimos y personales de tu vida, estoy segura de que preferirías dejar de seguir al artista. Sin embargo, cuando se trata del artista, nos creemos con derecho a invadir su privacidad, pues por algo, “son figuras públicas”, y nos justificamos diciendo que “ellos esperan que estemos siempre pendientes de sus actividades”, y decimos que estamos mostrando nuestro apoyo.
Existe una línea muy delgada entre apoyar e invadir la privacidad del artista, por ejemplo; cuando ingresas a información reservada a familiares del artista, a los perfiles personales de los familiares o amigos del artista, asistir a actividades incluidas en la agenda del artista, que no están anunciadas como ”evento abierto al público”. Tal es el caso de sus visitas a un restaurante, parque o museo, si bien son lugares de acceso público, son actividades que no están dentro de la agenda como “evento público”, y ellos como personas tienen derecho a la privacidad. Todas las anteriores son acciones invasivas, que violan el derecho a la privacidad del artista en cuestión.
Algunas empresas, como HYBE, emiten un "Aviso de Etiqueta del Club de Fans", lo podrás encontrar al revisar tu membresía. A continuación te muestro una imagen del mismo, publicada por Liry Onni en un video de Youtube, hace dos años. El propósito es proteger los derechos del artista, incluido su derecho a la privacidad.
Si en verdad deseas apoyar a tu K-idol o artista, debes iniciar por respetar su privacidad, y si sabes que tiene una actividad agendada y no está indicada como evento público, aun si dicha actividad se lleva a cabo en un lugar abierto o de acceso general, puedes demostrarle cuanto lo aprecias dándole su espacio, respetando su privacidad. Hagamos que se sientan valorados y respetados, hagamos que los K-idols, dejen de ser artistas sin vida privada.
Alguna ocasión escuché: “conociendo al fandom conocerás al artista”, se refiere a que el comportamiento de los fans refleja la actitud y los principios del artista o idol. Las preguntas obligadas son: ¿Tus acciones reflejan las de tu idol? ¿Tu idol se sentiría orgulloso de tu proceder como fan? ¿Realmente respetas su vida privada?
Ahora bien, ¿Te atreves a mostrar tu amor, mediante el respeto?
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